Soy un viejo apicultor quien siempre creyó que no había nada más honesto que decir lo que uno piensa, sostenerlo con argumentos para luego firmarlo… Al través del tiempo llegué a la conclusión que la honestidad no tiene nombre propio, quien está de acuerdo con usted lo apoya o critica constructivamente y quien no lo está igualmente lo critica y apoya bajo su propio punto de vista. Cuando se le da importancia al YO SOY y se resalta la firma se busca indefectiblemente que se le rinda culto antes que se crea o no en sus escritos. Tenemos ejemplos que rondan nuestro mundo apícola, los que, generalmente, llegan a un mismo llanito: obtener dinero fácil. Con estas divagaciones concluí que lo más práctico es el anonimato y su éxito se fundamenta en el tener qué decir y saber decirlo sencillamente. Además, si el mundo apícola es un TODO del cual hacemos parte usted y yo, de qué sirve nuestro nombre si usted soy yo o yo soy usted… somos EL APICULTOR IRREVERENTE.
Se viene propagando en nuestro mundo apícola el culto a la personalidad, bien sabemos que este se caracteriza por el exagerado entusiasmo por el maestro de turno, quien generalmente censura la critica y engrandece sus conceptos con una proliferación exagerada de imágenes, fotografías, videos… haciendo a menudo absurdos auto elogios y no aceptando bajo ningún punto de vista que se le contradiga.
Estoy dispuesto a montar mi propia web, o no sè como se dice, para ayudar a la abeja antes que al apicultor, pero eso no lo puedo hacer sin usted un apicultor irreverente.
Un abrazo a todos,
José Miel, el apicultor irreverente
Anónimo ha dicho que…
Hombre, comparto 100% lo escrito por Josè Miel, quisiera comunicarme directamente con el
Comentarios
Soy un viejo apicultor quien siempre creyó que no había nada más honesto que decir lo que uno piensa, sostenerlo con argumentos para luego firmarlo… Al través del tiempo llegué a la conclusión que la honestidad no tiene nombre propio, quien está de acuerdo con usted lo apoya o critica constructivamente y quien no lo está igualmente lo critica y apoya bajo su propio punto de vista. Cuando se le da importancia al YO SOY y se resalta la firma se busca indefectiblemente que se le rinda culto antes que se crea o no en sus escritos. Tenemos ejemplos que rondan nuestro mundo apícola, los que, generalmente, llegan a un mismo llanito: obtener dinero fácil. Con estas divagaciones concluí que lo más práctico es el anonimato y su éxito se fundamenta en el tener qué decir y saber decirlo sencillamente. Además, si el mundo apícola es un TODO del cual hacemos parte usted y yo, de qué sirve nuestro nombre si usted soy yo o yo soy usted… somos EL APICULTOR IRREVERENTE.
Se viene propagando en nuestro mundo apícola el culto a la personalidad, bien sabemos que este se caracteriza por el exagerado entusiasmo por el maestro de turno, quien generalmente censura la critica y engrandece sus conceptos con una proliferación exagerada de imágenes, fotografías, videos… haciendo a menudo absurdos auto elogios y no aceptando bajo ningún punto de vista que se le contradiga.
Estoy dispuesto a montar mi propia web, o no sè como se dice, para ayudar a la abeja antes que al apicultor, pero eso no lo puedo hacer sin usted un apicultor irreverente.
Un abrazo a todos,
José Miel, el apicultor irreverente
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